Entrega # 14

Campesino trabajador

Campesino Campesino
Tu lucha es buena
Tu trabajo es tu afán
Riega la lluvia de los surcos
Esa agua penetra
En la madre tierra
Salpica en tu frente
Bañando tus manos
La esparce sobre las productoras semillas
Con actividad, armonía y paciencia
Todos los días, mañanas y noches
Trabaja, trabaja sin cansarse
Para recoger la cosecha
Muy pronto la envía
Para el alimento a seres humanos.
Maestra: enseñas en el reducido salón
Que niñas y niños presurosos
Acuden cada mañana
Con sol radiante, lluvia
o día oscuro y tenebroso frío
Con tu sabiduría enseñarás
Que la tierra no será estéril
Será sendero de amor
A los árboles, flores y aves
Que alegran los montes
Aldeas, pueblos, ciudades
Donde viven seres vivientes.
Dios bendiga nuestros campesinos.

Carmenza Vanegas



Un breve encuentro

Catalina trabajaba en una tienda de relojes del centro de Bogotá. Parece que de tanto tic-tac diario, había aprendido a llegar en punto de su hora obligada, porque en general era una persona incumplida.
Le gustaba prepararse un cafecito cuando llegaba, sentarse a observar todos aquellos relojes, antiguos y modernos, que estaban allí: tenían formas y colores diferentes y todos funcionaban.
Si, el día laboral tenía altibajos: Unas veces llegaba mucha gente y otras, disfrutaba leyendo.
Ese día maravilloso llegó:
Ella estudiaba al compás de las horas, cuando de repente Miguel entró rápidamente allí porque llovía a cántaros. Ella dejando su libro, le extendió una toalla, al tiempo que sonreía pícaramente porque este joven estaba, literalmente, empapado. Catalina lo invitó a seguir, mientras él se secaba su cabello y la ropa, ofreciéndole un tinto .
Todo había ocurrido rápidamente. Miguel tomó asiento en una butaca y entonces... Se miraron. Todo se llenó de colores, los relojes corrían al compås de sus latidos. Los ojos de ella eran semejantes a un mar impetuoso y los de él, una nave deslizándose sobre ese mar.
Entonces... los relojes se pararon.

Diana Cecilia Monroy Mejía



El dragón y mi mansión

El techo será de este color, para que al traspasar la luz se torne rosa, las paredes con varios colores, y en el piso, la alfombra le dará glamour a mi mansión, estos cojines simularán las noches en Persia, y con esta vajilla tomaremos el té, mi dedo estiraré hacia arriba, porque así me veré exquisita.

—Oye Karolina, hoy tendremos visita, mi hermana viene con su amiga. Debes estar muy bonita.
— Ya vuelvo, debo ir a trabajar, la comida no llega sola.
—Katy y Kenya, ¡si a mí mansión quieren ir, también pueden! Mas debo limpiar el reguero que mamá dragón dejó aquí, ¿pueden esperar, por favor?

Estas niñas no alcanzan a sospechar, que mamá dragón, siempre está muy enojada y deprimida; su corazón está herido, porque su amor perdió. Pero para que no se den cuenta de lo que sucede, rápidamente limpió sus lágrimas, que siempre están muy espesas, se pegan en todos lados, además usa esta armadura, en caso de que llegue de improvisto, y al girar con su cola no me magulle, a veces escupe fuego y aunque trato de esquivarla, ella me hiere.
Cuando mamá dragón está feliz, ella me lleva a dar paseos. Juntas surcamos los cielos y desde allí puedo ver, mi grandiosa mansión.

—Karolina, por favor sirve el té.
—Katy y Kenya, hemos pasado una tarde increíble, ¿han visto como los rayos del sol atraviesan el techo?, parecen rosas cayendo. (Un jadeo fuerte se escucha en aquel momento).
—Así te quería encontrar, perdiendo el tiempo majadera, ¿qué haces aquí?, me recoge todo este reguero ¡ya!; ¿por qué no hiciste el oficio?, no sirves para nada. Me levantas todas esas cobijas, y me trae una bolsa para echar todos esos juguetes a la basura.

Mamá dragón está furiosa y resignada, le hice caso.

—Mi princesa, ese día, hace veinte años, tu abuelita dañó mi mansión, pero hoy juntas la vamos a volver a construir, jugaremos todas las tardes después de hacer nuestras labores, y luego tomaremos el té.

Dalix Gonzalez.
@sultanadeletras



Todo es confuso

Nace puro, con dolor a un mundo de luz y a su vez de oscuridad.
Se suele decir que es la semilla que se debe cuidar y proteger;
Que han sido nuestros tesoros del hoy, del mañana y del ayer.
¿Cómo ser coherentes con lo que hablamos y nuestras acciones?
Desde el llamado casa, ¡hogar! no brindamos el lugar, el amor y
protección que el SER merece. Misión que es limitante y pobre a
la acción comprometida de un mal llamado “ser humano".
¿Cómo si desde nosotros y nuestros lugares no damos este valor?
¿Cómo si desde nuestra limitada compasión no lo hacemos?
No observamos detenidamente, intentando entender
que alguna vez fuimos esa semilla.
Batallamos guerras internas y externas, conflictos que nos llevan
a luchar día a día sin respuesta aparente.
Si iniciamos una búsqueda interna, lograremos
respuestas de cambio, verdad, valor y riqueza;
En el niño interior, la semilla.

Rosa Elvia Castro Ahumada



Volar alto

Mi cuerpo flota contra la fuerza del viento, los hilos que me manejan salen de unas manos dulces y alegres que desde la tierra quieren mantenerme en una cumbre, me aproximo a la playa, caigo, me elevo, navego, mi forma de cometa quiere ser un cuerpo celeste que orbite alrededor del sol y con su energía me convierta en polvo de arena.

Mimí









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