Primera entrega

Damas chinas


Sentadas a la mesa juegan una partida de damas chinas dos enfermas mentales recluidas en un sanatorio.

Te toca jugar

Estoy aquí porque conquisté el mundo con mis inventos químicos; son los más perfectos que el ser humano haya creado.

Estoy aquí por amar a un ser efímero que me succionó mi cerebro y mi ser.

Te toca jugar

Yo soy la luz del mundo, soy lo más perfecto que ha creado el universo

Yo me deshice como un caramelo, masticado y expulsado como una babaza espumosa y amarga.

Te toca jugar

Soy la más inteligente, poderosa y suprema.

Soy el desecho de la sociedad, de una relación dependiente, perdí el control y me manejaron al gusto de otros.

Te toca jugar

Voy a ser la ganadora de este juego, siempre seré una triunfadora

Voy a perder, generalmente alguien me supera y pierdo el sentido de la vida.

Te toca jugar

Te quieres escapar conmigo, seremos libres por siempre, seremos felices por la eternidad.

Te gustaría llevarme para desaparecerme, pero no quiero salir en este instante. 

Te toca jugar… Te toca jugar…. Te toca jugar.


Edilma Moreno



Nuevas alianzas


Suspira este bosque de rezos antiguos,

Suspira por aquellos hijos perdidos,

Reniega de espanto por las noches agitadas,

Reniega por toda la sangre derramada,

Suspira en la tierra que a de volver

a sus versos solitarios del amanecer.

Gime la eterna pasión del olvido

Ahora que en este caos ve todo aquello que estaba escondido.


Vianey Bello


Miss Tetas


Ese dolor me mataba, solo con el rose de la tela me ardía y quemaba. Las compresas de hielo no habían servido para nada. Los analgésicos tampoco.

Llevaba dos noches sin dormir y me sentía miserable, varios años ahorrando para la cirugía y preciso no la había aceptado el implante, pero era solo una, la otra estaba perfecta y no sentía ningún dolor. Aunque a veces el dolor se irradiaba. Tenía que buscar la forma de movilizarme a la clínica más cercana. El cirujano me había dicho que eso podía ocurrir, pero yo le insistí y por eso tal vez no me había vuelto a contestar las llamadas ni los mensajes. Me lo había advertido, pero claro, yo de terca por darle gusto a la guaricha del Humberto. Yo en realidad no quería, prefería invertir en la cola que no he podido sacar ni con natación ni pesas. En el peaje seguramente la policía no se iba creer una apendicitis, tenía que pensar en otra cosa. Una fractura, tenía que quedarme en el hospital del barrio. ¡Ya, un embarazo!, era fácil, una almohada, o unos trapos y ya. La auxiliar y el paramédico eran conocidos, amigos y me debían favores desde que trabajé en el hospital y nos íbamos de rumba. ¡Y qué rumbas! amanecíamos en casa de Alex, y después nos íbamos de after party a la finca del tío. Qué tiempos, en esas me di cuenta que las nenas no eran lo mío y que mi cuerpito debía cambiar. Solo era no evidenciarse con el conductor. Ese cojín redondito y rojo y con dos pashminas. Cuando vi la llamada de Nury, ya tenía todo listo; la plata, y la maleta con el neceser. Salí con la ruana puesta para que el portero no me mirara de reojo como siempre. Y así fue, ni me miró. Caminé dos cuadras y encontré el carro. Apenas me subí, colocaron la alarma, así llegamos más rápido al peaje, y fue llegando al peaje cuando se inició el mal de estómago.

Tal vez el susto, tal vez la ansiedad, o la gran cantidad de medicamentos e inyecciones para el dolor, pero todo eso me causó una deshidratación en casi 20 minutos, hay Dios..., casi mojo el cojín y las pashminas. Por fortuna, tenía los pañales en la maleta y en la ambulancia se encontraban otros. El policía que abrió la puerta, no aguantó el olor y cerró la puerta rápido, y así fue como me salvé de la requisa y pude llegar a la clínica de occidente para que me cambiaran las puchecas por unas no tan grandes y de mejor calidad.


María Cristina Ballen Vanegas



El invento de Antolín 


En una casa cercana al bosque de las golondrinas, vivía Don Pachito. Y a pocos metros de la casa de Antolín pasaba una cascada de aguas contaminadas de las canteras de carbón que explotaban sin ningún permiso.

Era tarde de lluvia invernal, padre e hijo conversaban y de aburridos fueron al cuarto de checheres, encontraron ruedas metálicas, alambres, tornillos y puntillas. Antolin, creativo y vivaracho dijo a su padre: hagamos una máquina para favorecer a las plantas que ayudan las otras plantas. Quisieron darle energía a la tierra, para así, mejorar las plantas que crecieran más fuertes. 

Pasó el invierno y habían construido una máquina lista para la primavera. Salieron al bosque, la máquina hacía ruido y los campesinos salían precipitadamente a ver qué sucedía. Don Pacho y Antolín explicaron la idea a los campesinos de cómo un invento colombiano mejorará el ambiente y, ellos jubilosos sirvieron chicha -bebida de maíz producida por la cosecha de su  propia tierra-.  Bebían en totuma y decían:  ya tenemos un invento que protegerá la tierra, dará energía y las plantas crecerán más fuertes, para que ellas mismas mejoren las aguas de la cascada. Ellos probaron la máquina por algunos días y vieron su efectividad, las plantas crecieron más fuertes y la cascada y el agua del río mejoraron. 


Carmen Vanegas 



Imaginación y Razón

 

Se encontraron en un campo amplio y abierto, la Imaginación y la Razón. No se imaginaban que temprano que tarde, iban a entrar en razón, pues las dos sostenían tercamente sus puntos de vista en cuanto a su existencia.

 

Ese campo, es el de la filosofía. En él se han librado muchas batallas, acerca de quién fue primero: la imaginación o la razón. La primera es, muchas veces, el sustento de la segunda, pero ésta, puede ser nido de reproducción de la primera.

 

No solamente la discusión era el tema de quién antecedió a quién, sino también cuáles eran sus ventajas y beneficios. –Mira, -dijo la imaginación a la razón- Yo soy la base fundamental para tus postulados, pues lo que existe en la mente humana, con tu análisis se convierte en realidad.

 

-¡Sí!” –respondió la Razón, y agregó- Es que tú a veces hablas con sagacidad de ilusiones, como si las cosas existieran de verdad, y eso no es así, ¡es una locura! Mientras que yo aporto pruebas con rectitud para llegar a la verdad.

 

-Bueno  -asintió la imaginación, pero con eso que tú hablas de “locuras”, me estás tratando de irreflexiva -y agrega- No es con sagacidad, son suposiciones sobre algo que puede ser o no puede ser, mejor dicho: son hipótesis, y ahí es donde entra tu trabajo, crear enunciados y verificarlos para llegar a una conclusión.

 

La Razón, oyendo que la imaginación entró en razón y aceptando lo expuesto por la Imaginación, concluyó -Yo establezco las relaciones entre las aseveraciones tuyas, hago una reflexión y emito juicios -y aportó a la discusión- Las dos somos complemento la una de la otra y con los filtros que hago a tus enunciados llegamos a la verdad, a la realidad de las cosas.


José Antonio Pulido Ochoa




Y se hizo la luz


En una nave espacial de forma cilíndrica y desde los confines del universo, llegó el máximo invento para alumbrar el cosmos, una bombilla incandescente, un dispositivo que como un nuevo sol iluminará el alma y el espíritu de cada ser humano para manifestar paz, amor, felicidad y liberación.


Este dispositivo no fue patentado para que sea de uso común y para que nunca se apague.


Yolanda Moreno




La oruga y su dolor


En un hermoso día la oruga despertó muy ansiosa por recorrer el jardín, donde las rosas y los tulipanes aromatizaban el aire sin cesar.

La señora oruga trató de levantarse, pero su cuerpo no respondía, sus patitas miniaturas  dolían mucho, sus seis ojitos veían borroso y sus antenas estaban sin fuerza....  ¡Oh, pobre oruga!

Pensaba que tenía deseos de explorar el mundo; su ánimo  era positivo, deseaba sentir cada hoja, cada aroma, textura y color, pero se sentía impotente, su cuerpo no respondía, dolía todo.

¡Oh, pobre oruga, qué ha de Hacer!

Su cuerpo quería solo dormir, dormir y dormir...

Pero su mente quería otra cosa!!!!..

Miró al cielo, reflexionó sobre su situación y finalmente abandonó su cuerpo ante su deseo; como pudo organizó su nicho y se echó a dormir.

¡Oh, pobre oruga, qué ha de Ver!

Soñaba cómo se elevaba y jugaba en aquel jardín. Las rosas y tulipanes aplaudían, los claveles y  margaritas cantaban  al ver que su cuerpo y mente se conectaban. 

!Oh, pobre oruga, qué has de Hacer!

Pasó el tiempo y la pobre oruga su cuerpo cambio, se encontraba envuelta en una colcha de algodón, noooo... era una capa dura y poco sutil, ¡su cuerpo dolía otra vez! Era desesperante, ya no sabia que hacer, luchaba constantemente, pues su dolor era incesante  y deseaba lograr escapar del dolor y la ansiedad...

¡Oh, pobre oruga, qué has de Ser!

Una mañana la oruga dejó de luchar y aceptó su condición, hizo caso a su cuerpo sabiendo que su dolor sería parte infinita de su vida; mágicamente el tejido que la cubría empezó  a caer  liberandola suavemente. ¡Su sueño se hizo realidad! De esa cruel cárcel, una hermosa mariposa emergió. La oruga era ahora de cuerpo libre y mente fuerte. Danzó, danzó y danzó hasta que se cansó.

¡Oh, señora oruga, su cuerpo cambió!...

“La crisis suele ser el comienzo  de una vida mejor"


                                                       Mary Len Aza Florez




Bombillo


A la hora de su llegada todo era incierto. Se había comprado un artefacto más allá de lo común. Lo cierto era que no todo el mundo lo podía comprar. Era algo muy exclusivo. Para adquirirlo el comprador debía tener ciertas características:

Ser padre o madre de familia.

Tener una cuenta en un banco de propiedad del estado.

Haber trabajado al menos un año en actividad administrativa (administración del hogar).

El artefacto sería entregado en un contenedor singular. Se debe tener en cuenta que:

Es una caja liviana con muchas inscripciones de frágil.

No se sabe cuál es “este lado arriba”.

Para abrir la caja se pedía:

Colocarse antes de abrir unos guantes de marca eterna doble caucho con recubrimiento de polipropileno activo.

Usar una careta con respirador en caso de que hubiera fuga de gases.

Si llegara a tener contacto con la piel, llamar inmediatamente a la unidad de quemados y cuidados intensivos numeral 777777.

El artefacto viene en otra caja de plástico antiadherente. Para sacarlo de allí se pedía de acuerdo con la religión del comprador, rezar dos padres nuestros y un ave Maria. En caso de otras religiones rezar las oraciones pertinentes. 

Luego de los ruegos se pide al usuario tener un lugar de al menos un metro cuadrado, algo similar a un cubo con baldosas de color blanco sugerida la marca Coronamix. 

En el centro del cubo debe tener un cubilete de porcelana blanco.

Al abrir la segunda caja se verá una masa informe que se debe sacar con sumo cuidado y adaptarla al cubilete.

Colóquela lentamente, pues si se estropea perderá la luminosidad.

Agregue agua destilada con pureza del 100 por ciento.

Una vez colocado en el cubilete espere 10 minutos para su activación.

Arrodille a toda su familia alrededor del cubilete.

Tome de la mano a la persona que se encuentra a su lado. 

Coloquen la mente en blanco y cuenten de forma numérica en orden ascendente con números impares, el conteo debe hacerse en voz alta hasta llegar al cansancio o la alegría.

Si siguió todas las instrucciones al pie de la letra, de su hogar se emitirá un halo de luz a su vecino, a su barrio, a la ciudad, a toda la población, al país, al continente, a toda la tierra, a los planetas y asteroides cercanos y por fuerza gravitatoria hasta el último planeta conocido del sistema solar y solo a la galaxia más cercana. 

Nota: en caso de que no funcione solo tiene 24 horas para hacer el cambio y luego no habrá devoluciones.


Hector Pabón


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